sábado, 22 de septiembre de 2012

Nico y Rochi entrevista para Caras

Y aunque intenten disimularlo, basta con sólo observarlos para ver que entre Nicolás Riera (26) y Rocío Igarzábal (23), hay algo más de lo que cuentan. La atracción, la seducción y el apego entre ambos, se sienten en el aire.

¡Lee la nota!














Dicen que están solos, aseguran que no tienen pareja y que no se atan a títulos, pero la brújula de la realidad marca un norte muy diferente al que ellos dicen llegar. Hace unas semanas viajaron en secreto a Angra Dos Reis, paraíso donde está ubicada la Isla de CARAS, en la que realizaron una sensual y romántica producción de la que sólo una imagen basta para ver más allá de la que muestran.

Mientras esperan para cerrar su ciclo con "TeenAngels" el exitoso grupo que arrasó con su música por todo el país, junto a Gastón Dalmau (28), Mariana Espósito (20) y Juna Pedro "Peter" Lanzani (22), el 8 de Octubre en el teatro Orfeo de Córdoba, "Tacho" y "Rochi" también trabajan juntos en "Dulce Amor". 
En la tira de Telefé él es Lucas Pedroso, un humilde chico de barrio, y ella es Brenda Bandi, una chica bien de la alta sociedad.
Ambos viven un amor que trasciende esa frontera y cuentan que no hay escena o beso que los incomode.
" Tenemos una gran confianza. Nos conocemos mucho y la verdad es que si a alguna toma hay que agregarle un beso que no está en el libreto, lo hacemos. Vivimos con pasión todo lo que hacemos delante y fuera de cámara. Así somos", reconoce ella.

Las escenas románticas de "Dulce Amor" parecen muy reales, como si no estuviesen actuando en cada una de ellas...
NICOLAS RIERA: Tenemos una confianza impresionante. El beso para nosotros no es un obstáculo. Hay escenas en las que quizás no hay besos y los agregamos porque nos parece que suma. Nos conocemos y hay confianza para hacerlo. Si parece real o que hay más, mejor.
ROCIO IGARZABAL: Una caricia, un abrazo, sentarme a upa de él, todo lo hacemos por la confianza que nos tenemos.

¿Hay tentaciones amorosas de tanta fogosidad?
N.R.: El día que grabamos por primera vez la escena híper romántica, había muchos besos. Pero muchos...El asunto es que la toma la tuvimos que repetir y terminamos "chapando" y "matándonos" a besos. Ahí sentí algo físico y la verdad fue que dije: "bueno muchachos, yo me voy a casa porque no puedo más, ¿me explico?" ¡Ojo! durante la escena no hubo ni una mano de más... pero tampoco una mano de menos... (Risas)
R.I.: Estábamos en un establo, hacía calor, fue muy intenso... El igual se portó como un caballero y muy buen compañero.

En la ficción sus personajes se elijen y viven una historia de amor. En el universo real, aquí y ahora, ¿Se elegirían?
N.R.: Estoy en un momento en el que puedo tener enfrente una mina espectacular y quizás no pasa nada. Vivo un proceso muy personal y estoy intentando crecer artísticamente. Pero Rocío es una gran mujer y claro que sí podría elegirla.
R.I.: Estuve mucho tiempo de novia y ésta es la primera vez que estoy sola y me siento tranquila y bien así. Estoy en un proceso de auto conocimiento. Aunque a veces tengo mis altibajos. Me pongo triste porque estoy sola. Yo soy muy cariñosa y llegar a mi casa y esta sola, no me gusta.

¿Cómo son a la hora de enamorarse?
N.R.: Soy un tonto importante. Me gusta hacer que la mujer se dé cuenta de todo lo que me pasa con ella. Quiero que si está conmigo se sienta libre, no atada. Trato de darle libertad para que haga lo que quiera. Estar en pareja, es acompañarte en la vida. Soy increíble. Realmente soy un novio increíble... (Risas)
R.I.: Yo soy muy cariñosa. Disfruto de una charla, de dormir abrazos, ver una película, esas cosas me encantan... El generar un espacio dentro de la rutina. Soy inquiera y me gusta compartir todo, aunque también necesito mis momentos de soledad. Me gusta estar atenta a la pareja y potenciar a la persona. No soy celosa. Sí lo era antes, pero ahora estoy aprendido a no serlo.

¿La exposición que tienen les dificulta mantener una relación?
N.R.: Es difícil, sí, pero en la vida soy muy relajado. A mí la exposición no me impide tener una relación. Recién Rochi hablaba de los celos y yo, por ejemplo, soy tan poco celoso que a veces de la impresión de que no me importa la mujer que me acompaña.
Pero la realidad es que siempre voy a confiar en la persona con la que estoy. Me relajo mucho, quizás no debería hacerlo tanto pero bueno... A mí nunca me importó el que dirán porque sé que lo que se diga sobre mí o sobre otras personas, es parte del juego.

¿Y cuáles son sus armas de seducción?
N.R.: ¡Rochi está buena! ¡Está buenísima! No necesita más nada...
R.I.: ¿Mi arma...? Descolocar a la otra persona. Hacer algo que no esperan de mí. Romper con la imagen que tienen de mí en la intimidad. No soy histérica.
N.R.: Dale Ro, son todas histéricas...
R.I.: No, para nada... Yo no soy muy histérica...
N.R.: ¡Todas son iguales!...Dijiste "No soy muy..."
R.I.: No soy histérica, me gusta el juego de la seducción. Me gusta el ida y vuelta... Bueno sí me gusta el histeriqueo, que se le va a hacer...
N.R.: Sabés con qué mata Rochi, con la alegría. Con la alegría que tiene te enamora. Ella no necesita hacerse la sensual. Cuando la vez divertida, te atrae por sí sola.
R.I.: Es que una mujer divertida dice mucho...

Usted aún no respondió, Nicolás...
N.R.: Yo soy espontáneo. Me dejo llevar y dejo que las cosas pasen. No tengo un arma. El asunto es muy sencillo, si estoy lúcido me salen cosas muy interesantes, pero si tengo un día malo, no me sale una.
A veces, estás chateando, mandás un mensaje y decís: ¡Qué bien estuve! y hasta querés mostrarla la genialidad que escribiste a un amigo... Convengamos que los chat por teléfono te dejan en la puerta del romance y resultan la mejor arma.

A la hora de amar, ¿son de involucrarse en el juego de la seducción...?
R.I.: No hay nada más hermoso que el juego de la seducción. Esa energía que fluye, las miradas, las charlas, los roces con la otra persona... El estar pendiente de qué hace o deja de hacer la otra persona, no hay nada más lindo en el mundo que eso. Cuando tengo enfrente a alguien que me gusta, me pasa todo. Me pongo nerviosa, me tiembla el cuerpo, me pongo tonta... Me pongo tarada de verdad. Y me encanta que me pase.
N.R.: La mujer se pone nervios y el hombre se pone medio tonto. De repente, llegaste al encuentro y te olvidaste de toso lo que tenías pensado. La mujer la tiene un poco más clara. Y en todo lo que dijo Rochi, estoy de acuerdo. Seducir es lo más lindo que hay.
R.I.: Yo pienso que la seducción tiene dos momentos, uno cuando te das cuenta que te gusta quien tenés enfrente. El otro cuando una se da cuenta que le gusta a alguien, ahí todo es mágico.
N.R.: Al hombre le pasa lo mismo. Se la agranda la espalda y se siente presente cuando una chica le da bolilla. La seducción es un control de la historia todo el tiempo. Pero tiene su parte mala, por ejemplo cuando hay mucho histeriqueo y después arrugando. Está bueno seducir pero si al final se concreta. Cuando uno ya sabe que da para concretar, ya está, es momento de terminar con la seducción.

Rocío, ¿qué tipo de hombre la conquista, el que después de una salida la deja en su casa y se va, o el que es un poco más atrevido y busca algo más?
N.R.: Ahora lo que digas lo van a querer hacer todos, tené cuidado con lo que respondés...
R.I.: ¿Primera salida? Mmm... Ni un extremo ni el otro. No me cabe que me deje, apague el auto y me diga, ¡Chau buenas noches! pero tampoco me gusta que el lanzando que te dice ¡Chau! y te parte la boca de un beso.
N.R.: Te das cuenta... Una histérica... La posta es tirarle un amague. Darle un besito ahí al costadito de los labios. Entonces uno queda bien... Igual, ante la duda me mando, prefiero quedar como lanzado a dormilón.
R.I.: Bueno, eso es verdad, yo también prefiero la que se la juega ante que el que espera.
N.R.: Viste... Uno como yo...

Nicolás ¿Que es lo que más le gusta de Rocío?
N.R.: ¡Está buenísima! Y amo cómo vive la vida. Es una persona a la que le pasan cosas por dentro. Rochi no es un pedazo de mármol. Tiene vida. Vive cosas. Cuando algo la emociona, la emocionada de verdad. Si algo la divierte, ella enseguida se muestra divertida. Es una mujer que tiene la emoción a flor de piel. Ella deja que le fluyan las cosas. Me encanta que se deje llevar por lo que siente. Ella transita la vida viviéndola. La vida no le pasa por delante de los ojos. Con ella aprendí muchas cosas, como por ejemplo, a apreciar un paisaje. El año pasado nos fuimos a Europa con Gastón Dalmau y Romina, una vestuarista, y Rochi sacó foto de paisajes, carteles, de todo, y cuando me las mostró, empecé a entender cómo ve el mundo. Ve arte en todos lados y eso lo toma para su vida.
R.I.: Para mi Nico tiene algo increíble que me encanta. El es auténtico por ciento. Con él vivimos muchas cosas, hablamos de todo, pasamos tiempo juntos y es una persona muy transparente. Es espontáneo y con él podés hablar de cualquier cosa en un clima de diversión pero también podés encarar una charla seria y más profunda. Sabe aconsejar y es versátil. Sabe cómo adpatarse a cada situación. Sabe cuánto dar y marcar límites. Tiene un gran equilibrio. Y una gran facha...
N.R.: ¡No soy sólo una cara bonita y un cuerpo increíble! (Risas)















































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