jueves, 25 de abril de 2013

Candela Vetrano más allá de la risa.

De la mano de Cris Morena fue una chica "Casi Ángels" (Telefe). Después, protagonizó "SuperTopre", la serie para niños creada por Tomás Yankelevich, que se emitió por Diseny Channel y Telefe. Ahora, en "Vecinos en Guerra" (Telefe), Candela Vetrano es Paloma, la hija adolescente de Rafael (Diego Torres) y Mecha (Eleonora Wexler). Anoche, Candela se lució en una escena compartida con Diego Torres. Fue uno de esos momentos en los que la comedia toma distancia del humor y mete el dedo en una llaga de estos tiempos.
Todo era risas ayer en la tira de Sebastián Ortega, con los vecinos compartiendo un asado desopilante, hasta que Paloma, ajena al clima bullanguero que reinaba en la mesa, fue a encerrarse en su cuarto y recibió una reprimenda de su padre. Él la aleccionó acerca de la necesitada de compartir y le marcó unos cuantos tips sobre la conducta ideal de los hijos ideales en las familias ideales. Rafael aún debe estar arrepintiéndose de la cátedra de buenas costumbres que trató de impartirle a Paloma, porque ella terminó enrostrándole la miseria de su doble moral.
Lo desarmó con el arma más letal: una buena pregunta. Paloma le preguntó a su padre si él podía imaginar la vergüenza que siente una hija al ver a su papá en un boliche "haciéndose el canchero y chapándose a una mina". De una pieza se quedó Rafael al escuchar que Paloma lo había visto besándose con Carolina (Marcela Kloosterboer), la jovencita que con malas artes, logró acostarse con él y que pinta como una fiel discípula de Glenn Close en "Atracción fatal".

Anoche, a "Vecinos en guerra" le bastó esa escena bien actuada para poner sobre el tapete una de las tantas dificultades de esta era turbulenta: fruto del deseo de los adultos de emular a los adolescentes, padre e hijos terminan hablando con el mismo léxico, usando la misma ropa, bailando en los mismos boliches y tropezando con las mismas piedras. El guión obligó a Candela Vetrano a dar un salto: el conflicto de Paloma -sermoneada por un padre al que le saca la careta- nada tiene que ver con las heroínas románticas y pícaras que había interpretado hasta ahora. Puesta a actuar para el público adulto, Vetrano salió ariosa. Y en el capítulo de hoy, irá por más, porque Paloma estará entre la espada y la pared: ¿Debe o no contarle a su madre que pescó a su padre en una infidelidad?

"Vecinos en guerra" demostró ayer que además de divertirnos, una buena comedia puede hacernos reflexionar un rato. A mí, el conflicto de Paloma me hizo pensar en la otra cara de la relación entre padres e hijos. Hasta el cansancio se habla de lo difícil que es ser padres de adolescentes en el siglo XXI. ¿Alguien les habrá preguntado a los adolescentes si acaso les resulta sencillo ser hijo de padres ultramodernos?

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