Pablo Martínez cambió el polvo de ladrillo por los sets de televisión. Quería ser jugador profesional pero Cris Morena lo tocó con su varita mágica y lo transformó en uno de los galanes más promisorios de la pantalla chica. A los 25 años no tiene pareja. Pero asegura que le encantaría enamorarse de alguien que no sepa quién es él y que ama el arte.

No hay comentarios:
Publicar un comentario